martes, 26 de marzo de 2013

“Unidad Diaria de Injusticia”


                                                             
“Sabemos” o creemos que la policía es el ente gubernamental encargado de velar por la seguridad e integridad del ciudadano.

Pero como pretendemos acabar con el flagelo de la corrupción, cuando la cifra de corruptos en dichas entidades sobre pasa un 50% y el resto se corrompen día a día.
Aun así sigo creyendo en aquellos que aunque pocos actúan conforme a la ley e hacen una ardua labor. Pero lastimosa mente, la mayoría siempre trataran de corromper a la minoría.
Siendo detenido por Deambular* “Tarde de la noche 8:30”, por las calles de Bogotá fui sindicado de “NO SE QUE”, porque no se me dio un respectivo dictamen, pasando así una larga y muy fría noche en la U.P.J Bogotá “Unidad Permanente de Justicia” a lo que yo llamaría U.D.I “Unidad Diaria de Injusticia” por lo visto y vivido…
Al momento de mi detención y oponiéndome al maltrato trate de validar en algo ciertos derechos que tenemos como ciudadanos pero solo conseguí que el oficial encendiera mas  su ira, que por cierto siendo personas ya estudiadas y educadas para dicha institución debería por lo menos tratar de controlar sus emociones y tener en cuenta que ni el arma ni el uniforme deberían ser para el abusar de el poder dado, posterior mente fui trasladado a la estación… del barrio… donde pedí mi derecho a una llamada, pero con voz dudosa me respondieron con un “no aquí no hay teléfono”, que triste es que en el siglo XXI no haya teléfono en una estación de “POLICIA”, claro que el “OFICIAL” solo aludió lo primero que paso por su mente, “UNA MENTIRA”, dándome un tour por las frías calles de Bogotá y con 5 detenidos mas, los cuales ya habían sido respectiva mente golpeados “Quien seria me pregunto yo”, llegamos a la 1:30 Am a la famosa U.P.J, lo que me sorprendió al bajarme de la patrulla fue escuchar fuerte mente el grito de un agente de alto rango gritándole a una agente “Nueva diría yo” con estas palabras:
 ¡Quítese de ahí MALPA**** no se le olvide que esos son ratas! Refiriéndose a los indigentes, vulnerando así la integridad de ambos, me pregunto yo:
¿Cómo podemos llamar esto Unidad Permanente de Justicia, cuando a primera vista notamos desigualdad de mandos?
¿A caso es con esta mentalidad deplorable que las instituciones enseñan a sus estudiantes?
Luego ingrese a la celda de requisas, donde los oficiales desnudan a los presos en busca de armas y drogas lo cual es lógico y aceptable, debido a la violencia que mental mente influyen sobre los presos, lo que no es lógico y mucho menos aceptable es que dicho oficial tome poderes que no le corresponden y golpee a los internos con mano dura y arrojando al suelo sus pertenencias “las del preso claro esta” no solo maltrato físico si no verbal y mental, esto debido a su condición social, que en este país se ESCALAFONA por parte de sus pertenencias de 1 a 10. Reteniendo parte de sus pertenencias y decomisando sus drogas son pasados a la jaula mayor.

Pisos y pareces húmedas y corroídas por el orín, bancos de metal frio, y sin aseo alguno, “son parte de la casa de quien allí llega” según la policía.
Dentro de dicha jaula los presos tienen una opción, de:
comprar por el doble o el triple, la droga que momentos atrás fue decomisada. Una agente se encarga de venderla en un valor de  7.000$ 10.000$ un bazuco 5.000$ y lo más lamentable un cigarrillo te puede llegar a costar 1.000$ Pesos colombianos, eso te cuesta una sobra de arroz que un agente con menos rango pasa vendiendo.
Convirtiéndose la ley en propia indigencia, unos por vicio, otros por dinero, y sin mucho análisis pasan a ser parte de un mismo estrato social -1, la única diferencia sus ropas limpias pero ¿y sus mentes?

Después de una larga noche sin comer viene un largo y entero día de espera, PERO NO TODO ES MALO… llega el médico que valora a los enfermos… un ACETAMINOFEN, un examen dental pero ningún seguimiento ni valoración de órganos, tratan de limpiar las culpas de lo sucedido con un pan y un chocolate y un Cristo les ama, falso es esto que a muchos les vende la sociedad, ni medico ni cura existen en la vida de esta gente, solo existe un Dios al que muchos ya renunciaron.

Si le damos un vistazo a la calle este circuito de indigencia y policía siempre va a depender el uno del otro. Las llamadas ollas o centros de expendio de drogas que constituyen el llamado micro tráfico que abundan en nuestros barrios y centros de las ciudades, son cuidados por muchos policías que obteniendo jugosas ganancias económicas, cobran lo que común mente llaman vacuna, con la condición de que la indigencia no se puede exterminar porqué no habría quien compre dicho producto.

Cada olla paga alrededor de 200.000$ por cada semana, teniendo en cuenta que en 304 cuadras hay 2 ollas las ganancias son jugosas para los celadores nocturnos, lo único que pueden hacer es tratar de darles un escarmiento internándolos 24 horas en la U.P.J y no importando si por este centro pasa un padre de familia, o persona trabajadora que sea víctima de lo que yo llamo una pesquisa humana nocturna.
Después de 18 horas Salí ileso gracias a Dios pero sin muchas pertenencias, todas fueron robadas por la U.P.J





Escrito por:

Kristhian Marulanda



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