El
supuesto pasaje bíblico “Los hombres se
subirán a las copas de los árboles porque las mujeres los tendrán que
perseguir” –que aún no encuentro en el testamento-, afirma el apocalíptico
camino hacia la extinción de este animal de género masculino que es el humano.
Digo “estamos” por que
nosotras, mujeres, con todas nuestras ideas feministas exterminamos a los “caballeros”
¡si, caballeros!, esos que se esforzaban por cortejarte, llevarte flores,
chocolates, invitarte a cenar, hacían la visita en la sala, te abrían la puerta
del auto, etcétera, de esos que ya no existen y si existen son contados; aún
así no nos damos cuenta que esto seguirá avanzando hasta que todo rastro del
varón se esfume.
Es
conveniente decir que algunas ideas de la liberación femenina son aceptables:
el derecho al voto, el derecho al estudio, y en general la igualdad de derechos
entre hombres y mujeres; pero nos hemos vuelto tan independientes, tan
autosuficientes, al punto de igualarnos en campos en los que no es fundamental
nuestra intervención y terminamos por intimidar a los hombres o para otros más
cómodos quitarles un
peso de encima.
Con
esto último me refiero a la desoladora imagen de esas madres cabeza de familia
que asumen todos los gastos en el hogar y que cumplen las funciones de madre y
padre a la vez. ¡Si, muy admirables! Pero de eso no se trata, las mujeres no se
reprodujeron solas, fue necesaria la semillita del macho, por lo que deberían ser igualmente responsables.
No
voy a decir que es completamente realista la imagen que voy a describir, pero
si es placentera y ocurría a
menudo antiguamente: Una mujer a cargo de la educación de sus
hijos, que se despertaba pensando en la cita del té que tenía planeada, de
atender a sus invitados en las próximas visitas, de elegir la vestimenta adecuada
según la ocasión, de la orientación apropiada y el acompañamiento en el desarrollo intelectual de
sus hijos; un hombre
comprometido con la responsabilidad de llevar el sustento a la casa, de
responder por sus hijos, de ser el protector: “¡Mujeres y niños primero!”,
ensimismado con la idea de ser la cabeza de hogar y orgulloso de todas sus
acciones para conseguir el bienestar de su familia.
Entre hombres y
mujeres debe haber equidad, pero no igualdad, los hombres no pueden realizar
acciones que las mujeres si y las mujeres no podemos hacer todas las
actividades que hacen los hombres (No hay espacio para frase machista que envíe
a las mujeres a la cocina).
Escrito por:
Diana Cárdenas Hernández
Twitter: @sol_iloquio
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ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Deja qué pensar.
ResponderEliminarInteresante, pero un palo te escucharía más que ese tipo de mujeres.
ResponderEliminarLos hombres se subirán a lo árboles de huida a las mujeres. apocalipsis
ResponderEliminarHola q capitulo y versículo de apocalipsis habla de la huida de los hombres., de las mujeres?
ResponderEliminarIsaías 4:1
EliminarEn aquel día quedarán tan pocos hombres, que siete mujeres se pelearán por uno de ellos. Las mujeres les dirán a los hombres: “Si te casas conmigo yo me compraré mi propio pan y también mi propia ropa; por favor, cásate conmigo para que no me muera de vergüenza”».
Equidad más nos igualdad... Perfecto.
ResponderEliminarEste artículo es de años atrás; pero es totalmente verídico, salgo a la calle y sólo veo hombres homosexuales que ya no les interesa para nada las mujeres, excepto para encubrir su homosexualidad, se casan y tienen hijos y los varones heredan la misma tendencia afeminada. Triste panórama
ResponderEliminarPara retomar la senda ideal y ciertamente necesaria se debe cerrar la caja de pandora que se abrio con la invencion de la pildora para despertar y fortalecer los mecanismos naturales con los que hombres y mujeres nacen: sexo con fines exclusivamente reproductivos, mucha empatia por los hijos no planeados, meditacion para transformar impulsos salvajes en fuerzas concientes, desarrollo de relaciones de confianza basadas en los valores anteriores, y finalmente fortalecimiento comunitario centrados en el respeto por la vida y el progreso individual y general. Casi una utopia, pero la vida misma como la conocemos ya es una utopia que tenemos que cuidar so pena de convertirnos en los idiotas mas idiotas del universo entero.
ResponderEliminarHace casi 10 años que escribiste esto y lo sigo encontrando maravilloso, realista, pero sobre todo, VIGENTE. Saludos a la distancia
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